Reflexión sobre el viaje a Heidenheim (Alemania)


El pasado jueves 14 de diciembre, algunos alumnos de primero de bachillerato realizamos un viaje a Alemania gracias a una beca de Erasmus Plus de la Unión Europea cuyo objetivo era la toma de conciencia sobre el patrimonio cultural europeo.
El viaje transcurrió con normalidad. La familia me introdujo en la cultura típica del sur de Alemania; las tradiciones, gastronomía... Tuvimos un buen entendimiento gracias al inglés, que nos permitió comunicarnos con soltura.
En cuanto al viaje, superó mis expectativas, y me hizo eliminar muchos pensamientos negativos que tenía sobre el país,su cultura y su gente.
Aunque parezca que el pasado se olvida, realmente se mantiene presente. Pese a que toda referencia Nazi fue eliminada en el pasado para poder obtener ayudas en la recuperación de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, todavía quedan presentes algunos vestigios en las calles como el monumento a Rommel (general alemán de la Alemania Nazi). Es inexplicable como en la actualidad quedan restos de monumentos, calles u homenajes a cualquier persona o hecho que haya generado un mal en la sociedad. También pudimos comprobarlo en el parlamento de Stuttgart donde el AfD (partido nacionalista de ultraderecha) se posicionó como tercera fuerza política al igual que en el Bundestag (parlamento federal alemán).
La extrema derecha no solo crece en Alemania, si no en toda Europa como por ejemplo Vox en España, RN (de Marine le Pen) en Francia o Liga Norte (de Salvini) en Italia. Todos estos grupos políticos además de compartir pensamientos xenófonos, homófobos y machistas también muestran una actitud euroescéptica.
Son partidarios de romper la Unión Europea tal y como la conocemos. Esa por la cual se ha luchado tanto y se sigue haciendo en el presente para conseguir la unión de los diferentes países europeos y lograr el bienestar de todos. La irrupción de estos partidos en la sociedad conlleva a la larga, volver a cuestionarnos el significado del tema central del intercambio, la democracia. El pasado se debe superar, pero no olvidar. Es decir, podemos superar las guerras que rompieron el mundo en el pasado, pero no olvidar por qué ocurrieron y reflexionar sobre como podemos evitar nuevos enfrentamientos en la actualidad. Siempre dialogando y tendiendo puentes en vez de muros.
Clase en el instituto de Heidenheim

Campo de Concentración Khuberg

Stuttgart

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